El tercer paso es <ser humilde>. La humildad es la clave de laprendizaje, ya que desde la humildad podemos abrir nuestra mente y nuestro corazón a los demás y recuperar el poder de servir y de disfrutar al hacerlo. Porque servir te hace grande. Pero para ser humilde debes de ser seguro de ti mismo, saber que no eres menos que nadie, que tienes tu propia luz y tu propio brillo.
El cuarto paso al bienestar es <la responsabilidad>. Ser responsable es la virtud individual de elegir libremente nuestros propios actos y asumir sus consecuencias.
El ser responsable de tus actos es una condición esencial, incluso para poder amar. El amor sin responsabilidad es muy peligroso, ya que gente que dijo amar cometió actos de barbarie a través de la historia llevando el estandarte del amor.
La responsabilidad genera respeto y donde existe respeto mutuo, también existe confianza. Todos estos aspectos son básicos para establecer correctas relaciones humanas. Y todo en su conjunto crea comunidades con un altísimo nivel de bienestar.
El ser responsable de tus actos es una condición esencial, incluso para poder amar. El amor sin responsabilidad es muy peligroso, ya que gente que dijo amar cometió actos de barbarie a través de la historia llevando el estandarte del amor.
La responsabilidad genera respeto y donde existe respeto mutuo, también existe confianza. Todos estos aspectos son básicos para establecer correctas relaciones humanas. Y todo en su conjunto crea comunidades con un altísimo nivel de bienestar.
Y el quinto paso para construir el camino al bienestar, es <la sencillez>. No te compliques la existencia; generalmente lo bello, lo bueno y lo verdadero son cosas sencillas. Busca las cosas sencillas: un bonito atardecer, la sonrisa de los niños, el sol de la mañana, el consejo del abuelo, el hacerlo porque te gusta. Adopta la sencillez como forma de vida y estarás en camino al bienestar y la felicidad.
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